Noticias ColegialesUn emocionado Luis Carlos Albo Aguirre recibe la Gran Cruz al Mérito en el Servicio de la AbogacíaEl presidente del Consejo General de la Abogacía, Salvador González, en su primera visita al Colegio de Abogados de Oviedo, le impuso la distinción "por su personal sentido del deber y de la lealtad, su capacidad para transmitir eso siempre tan necesario en la vida como es el sentido común, la escucha y el respeto. Por su compromiso".![]() 11/04/2025.- "Recordar es un ejercicio necesario y de justicia. Eso es precisamente lo que haremos hoy aquí, en este acto de imposición a Luis Albo de la distinción más alta de nuestro escalafón de reconocimientos porque, como aquí se dirá, existen muchas y buenas razones para sentirnos orgullosos y agradecidos". Así abría el acto de imposición de la Gran Cruz al Mérito en el Servicio de la Abogacía a Luis Carlos Albo Aguirre el presidente del Consejo General, Salvador González, en su primera visita al Colegio de Abogados de Oviedo, si bien a estas palabras le siguieron otras para pedir un minuto de silencio en memoria de Carlos Carnicer, quien fuera presidente del Consejo durante tres lustros y al que Salvador González recordó como "un auténtico referente de la mejor abogacía, un fantástico decano del Colegio de Abogados de Zaragoza y un excepcional presidente de la Abogacía Española. En toda la extensión de la palabra, un hombre bueno". El decano, Antonio González-Busto, tomó posteriormente la palabra para agradecer, como anfitrión, la presencia de todos los asistentes, entre ellos, el presidente de la Junta General, Juan Cofiño, o la fiscal superior de Asturias, María Eugenia Prendes, así como de sus homólogos en Cantabria, Carlos Pérez, y en Zamora, Ana Martín, "la primera asturiana que se convierte en decana de un Colegio de Abogados" (en la foto, cuarto y tercera por la derecha). Sobre el homenajeado, el decano destacó "de manera muy especial su compromiso con la deontología profesional, de la que se ocupó durante años en nuestro Colegio de Abogados de Oviedo, con la que se comprometió en su etapa como consejero general de la Abogacía Española, formando parte de la Comisión de Deontología, y a la que sigue vinculado institucionalmente, aún a día de hoy, como representante de los colegios profesionales no integrados en ningún consejo autónomico en el grupo de trabajo recientemente creado para elaborar circulares informativas a los Colegios de la Abogacía sobre cuestiones deontológicas de mayor actualidad". El acto contó con la presencia también en el estrado del consejero electivo Nielson Sánchez-Stewart, que fue el encargado de glosar los méritos del condecorado: "Para mí es un honor y un privilegio. Un honor por volver a tener la oportunidad de hablar en esta sala, que tantas veces me ha cobijado en las sucesivas Jornadas de Deontología, y un privilegio, el de poder expresar en público mi admiración y mi afecto a Luis Carlos Albo Aguirre"."Los compañeros que merecen esta distinción no son pocos, el elenco de quienes la ostentan es poderoso, pero ninguno con más mérito que Luis. Creo que es una deuda que tenía el Consejo y que ha saldado muy oportunamente", prosiguió Sánchez-Stewart. Tras la lectura del acta por el que se concedía la Gran Cruz, todos los integrantes del estrado se pusieron en pie para llevar a cabo la imposición de la enseña.
Posteriormente, un emocionado Luis Carlos Albo Aguirre accedió al atril para pronunciar un discurso en el que no faltaron los mensajes de reivindicación: "Lo confieso, prefiero la dama de la Justicia sin venda en los ojos. La dama tiene más de cinco siglos con esa venda y, en ese lapso, la sociedad se ha provisto de ordenamientos para impartir justicia, mejorar el funcionamiento de sus tribunales y el desempeño de los juzgadores. Ahora más que nunca la Justicia tiene que estar con los ojos bien abiertos para que no la sorprendan. El símbolo no puede seguir siendo el mismo, corresponde al juzgador estar alerta y para ello necesita de todos los sentidos, la vista es clave. La venda dejó de tener representación de imparcialidad, ahora es fundamental saber lo que se pisa, observar los detalles, ser meticuloso". "Otro de mis anhelos ha sido -lo sigue siendo- conseguir que la Administración de Justicia merezca el máximo esfuerzo económico, porque no hay paz sin justicia e invertir en justicia es invertir en paz social". Albo Aguirre finalizó su alocución expresando un deseo: "que al final de mi vida profesional, ciudadanía y abogacía puedan decir, sin ambages, que siempre honré la toga". La última intervención, la que cerró el acto, fue la del presidente del Consejo, Salvador González, para dirigirse al ya oficialmente condecorado en los siguientes términos: "Lo que está claro, querido Luis, es que se te quiere. Que se te quiere mucho y se te quiere bien. Me resulta imposible sintetizar en pocos minutos su mirada y su pensamiento, su personal sentido del deber y de la lealtad, su capacidad para transmitir eso siempre tan necesario en la vida como es el sentido común, la escucha y el respeto. Es posible que haya muchas más, pero si hay una palabra que engloba todo esto y que de alguna manera transmite lo que Luis nos inspira con el ejemplo de su trayectoria, es palabra seguramente es compromiso".
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